
Desde la Quinta Región, el arquitecto Rodrigo Castro ha dejado su huella en el mundo de la arquitectura e interiorismo con Casa Roca, un estudio que combina creatividad, sensibilidad artística y un enfoque personalizado en cada proyecto.
Inspirado por su amor al diseño desde la infancia, Rodrigo ha convertido su pasión en una marca reconocida por la armonía y funcionalidad.
El fundador de Casa Roca describe su trayectoria como un proceso de autodescubrimiento que comenzó en su infancia, donde su inclinación por la estética lo llevó a experimentar con decoraciones y composiciones espaciales.
Tras estudiar arquitectura en Viña del Mar, decidió especializarse en interiorismo, logrando el equilibrio perfecto entre técnica y creatividad.
En 2017, tras años de experiencia en el sector inmobiliario y en diseño arquitectónico, fundó Casa Roca. Desde entonces, su oficina ha ganado reconocimiento por sus propuestas estilísticas limpias y equilibradas, donde las texturas juegan un papel protagónico sobre el color.
La filosofía de Casa Roca es simple pero poderosa: cada diseño debe ser un reflejo de quienes lo habitan. Rodrigo y su equipo se enfocan en comprender a fondo los gustos, necesidades y estilo de vida de sus clientes, creando proyectos funcionales, personalizados y con un toque único.
“No vendemos un producto, vendemos confianza. Nos involucramos profundamente en cada detalle para que los espacios hablen de sus habitantes y sean prácticos”, comenta el arquitecto.
En palabras de Rodrigo, “nuestro propósito es diseñar espacios con identidad, que se conecten profundamente con las personas, y seguir innovando sin perder la cercanía que nos define”.
Ya sea para transformar un hogar o dar vida a un espacio comercial, Casa Roca se posiciona como un estudio boutique que entiende el diseño como una experiencia integral y significativa, lo que se demuestra en el proyecto ‘Cabaña El Totoral’, seleccionado como uno de los 10 destacados de Rúa Salón 2024.
Cabaña El Totoral
Ficha técnica
Arquitectura: @casarocaarquitectura
Interiorismo: @casarocaarquitectura
Equipo a Cargo: Constructora @wine.home.spa
Tipología: Vivienda mediterránea
Ubicación: Fundo Santa Luisa, El Totoral, Region de Valparaíso, Chile
Materialidades: Casa estructurada en metalcom con pilares elevados, revestida en láminas de fibrocemento
Revestimientos interiores: piso orgánico, porcelanato, cerámicas, artefactos de baño y griferías de @atika
Área: 56M2 construidos / 30M2de terraza
Fotografías: Mauricio Segura | @maurotomafotos
Armar una cabaña en medio del bosque, con los metros cuadrados justos para un escape, pero con todas las comodidades para pasar una temporada de descanso fue el encargo en El Totoral.
Dos dormitorios y un baño utilizando una arquitectura flexible y modular, que eventualmente permitiera expandir la construcción fueron las premisas iniciales.

«El proyecto nace principalmente de la idea de crear un refugio en medio del bosque. La idea central era construir dos volúmenes que se integraran con el entorno, creando quiebres arquitectónicos que permitieran la entrada del bosque y el entorno a la casa.
Diseñamos grandes ventanales para lograr esta integración, se logró un resultado excelente gracias al trabajo en equipo, junto a la constructora Wine Home de Casablanca, que hizo una perfecta ejecución del diseño», apunta Rodrigo.
«Nos encanta la conexión que se logró con el entorno, haciendo un módulo no ostentoso desde el exterior y complementándose con espacios que invitan a la comodidad de un refugio 5 estrellas en su interior.
Nos gustó mucho como interactúan y se mezclan las texturas y materiales utilizados con la simpleza del bosque», agrega el arquitecto.




Con el mismo objetivo, seleccionaron revestimientos que brindan una sensación de simplicidad y comodidad, manteniendo coherencia con el concepto inicial.
Por ejemplo, el revestimiento elegido para el fondo de la ducha tiene tonos verdes que simulan el bosque, y el piso orgánico presenta vetas de madera, complementando con elementos como alfombras tejidas, texturas de lino, algodón y mobiliario con toques de madera y cuero.
La propuesta se centra en el contraste generado por un volumen negro en la fachada exterior, concebido para dialogar visualmente con el entorno natural y destacar frente al verde del bosque. Los tonos oscuros actúan como un contrapunto que realza la textura y el dinamismo de las hojas y los árboles.
En el interior, el diseño busca optimizar la percepción espacial dentro de los acotados metros. Para ello, se planteó una altura de 2,5 metros, mayor a la estándar, lo que, junto con los grandes ventanales permiten una abundante entrada de luz natural, creando una atmósfera luminosa y expansiva.






Por otra parte, la paleta predominante de blanco otorga una sensación de amplitud, mientras que los detalles en negro generan un diálogo que refuerza la coherencia entre el interior y el exterior, logrando un equilibrio sofisticado y atemporal.
«Lo más especial de este proyecto es que se trató de un desafío personal, ya que, en esta ocasión, ¡nosotros éramos los clientes!
Fue una experiencia distinta y enriquecedora estar del otro lado, comprobando de primera mano lo que siempre transmito a mis clientes: cuando se cuenta con un diseño claro y bien definido, la ejecución fluye de manera natural y el resultado final se alinea perfectamente con las expectativas y la visión inicial», cierra Rodrigo Castro.





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