Francisca Varela es artista de profesión y eso se refleja en cada uno de sus proyectos. Dio el salto al mundo del interiorismo y su estudio FVM ya lleva 15 años cambiando y mejorando vidas a través del diseño.
Su enfoque principal es crear espacios personalizados para lo que se conecta de manera muy intensa con sus clientes para lograr resultados que logren reflejar la personalidad de quienes habitan esos espacios.
Simpática, relajada y muy apasionada, la hoy directora de la Asociación de Diseño e Interiorismo de Chile, AdDi (ex AdD), conversa con Rúa Salón sobre su carrera, su estilo y sobre los nuevos desafíos de la remozada agrupación de profesionales.
Eres artista de profesión y luego involucraste en el mundo del interiorismo ¿Cómo fue ese proceso para ti?
Ese proceso se dio súper natural, estudié arte, me dedique harto tiempo a pintura, grabado y hacer mosaicos, a mí no me gustaba tanto la vida en el taller, como el artista más solo y empecé a trabajar al tiro en mosaicos y cosas que tenían algún tipo de relación con el interiorismo y ahí conocí a un interiorista que me invitó a trabajar con él en su oficina y ahí me metí de lleno, me encantó y es un lenguaje que me resulta muy familiar, siempre de alguna manera he estado ligada a esto. Yo siempre supe que iba a estudiar arte o alguna carrera ligada a eso y para mí el arte y el interiorismo son cosas que están absolutamente ligadas, son formas distintas de expresar cosas que tienen que ver con la estética y el interiorismo me encanta porque tiene mucho que ver con el cómo tú vives, de qué manera vives los espacios y encuentro que cambia 100% la vida de la gente el estar en un lugar que sea bonito, agradable, que esté hecho para lo que tú estés haciendo, tengo mucho el rollo con todo el tema funcional dentro de los espacios y las casas, de quienes las van a habitar para ver qué es lo que se va a hacer adentro y creo que todo eso influye en los estados de ánimo, en las formas, creo que es muy distinto a trabajar en un escritorio feo con una silla incómoda que estar en un lugar lindo, con una música rica, con unas plantas bonitas, con un vaso bello, al final es tener una vida más cómoda, una buena experiencia y eso a todos nos hace bien y creo que cada vez está más está agarrando más importancia y se está viendo de una manera bastante más profesional más que algo superficial, creo que es todo lo contrario, que es algo súper profundo.
¿Así mismo definirías o describirías tu estilo de trabajo?
Absolutamente. Yo dicté un curso en Domestika que se trata justamente de esto, de interiorismo residencial personalizado, en el fondo cómo tú haces que la gente viva bien y de acuerdo a la estética de acuerdo a cada uno, no creo que existan cosas feas o lindas (en cierta medida dice, apunta con sonrisa), pero sí que hay distintos gustos para distinta gente, creo que interioristas para clientes, clientes para distintos interioristas, no a todos nos sirven las mismas estéticas ni las mismas funcionalidades por eso mi rollo van cien por ciento en el tipo de vida que uno tiene y qué es lo que uno necesita.
¿Y cómo se muestra el arte que está en ti en tus proyectos de interiorismo?
En el fondo el arte se refleja de una manera no tan obvia, o sea, nosotros ocupamos un montón de artistas, jóvenes, emergentes, consagrados, de todo porque me importa mucho que haya arte que aporte dentro de las obras, no solamente decorativo, pero aparte de eso, de una manera no tan obvio, al armar un proyecto me fijo mucho en que haya un lenguaje entre los materiales, por ejemplo, si hago algo monocromático, donde haya poco color, utilizo muchas texturas, entonces es un lugar que ves a simple vista que tiene muy poco color pero si te empiezas a fijar hay lana, hay lino, hay piel, hay cuero, hay distintos contrastes en cosas más sutiles, entonces yo creo que esa es una manera de hacer arte porque tú estás transmitiendo a través de las conexión de los objetos, los colores y texturas una conversación entre lo que está pasando entre los elementos y el espacio. Lo mismo con los colores, hay casas que las hacemos con mucho color otras poco menos que con nada, por ejemplo hay una casa que hice el año pasado que tiene las murallas con muchos colores y que tú pasas de un lugar a otro y hay tratamientos en cada muro y tienes diferencias mínimas de color y el acento está en otro tipo de cosas o si tienes una vista maravillosa hay que hacer un interior bastante calmado para que se vea lo que está afuera o al revés hay casas que no tienen ningún tipo de vista y que adentro puedes poner colores y en el fondo crear una cosa bastante más potente adentro.
¿Cómo te defines como interiorista?
Como interiorista me definiría como una profesional que arma espacios de una manera súper acogedora, que busca conocer al cliente y su tipo de vida, creo que nos involucramos con los clientes de manera súper personal para lograr eso, a mí el mejor piropo que me puede hacer como interiorista es que la gente a la que yo les hice sus casas o proyectos de otro tipo se siente identificados con el espacio que en el fondo sus amigos reconozcan la personalidad de la gente que habita el lugar para mí eso es el mejor resultado, porque se significa que trabajaste para el cliente, haciendo algo súper estético dentro del lugar, y me encantan las casas que son cómodas, encuentro que no hay nada mejor que una casa personalizada, o sea si hay una persona que le gusta la música tienes que entrar y respirar música, o si alguien trabaja todo el rato en su casa tiene que tener un escritorio atómico con su cafetera al lado, qué se yo, en el fondo me defino como personalizada y súper acogedora.
¿Y como persona?
Creo que soy bien relajada, soy matea pero soy súper relajada en el sentido de que me entretiene conectarme con la gente, ver qué hacen, qué pasa, soy una persona bastante transversal y eso se ven tanto con mis clientes como con mis amigos, puedo ser amiga de una persona de 20 años como de 80 y con los clientes lo mismo y eso me encanta porque encuentro que en la diversidad está un poco la riqueza y eso como ir jugando un poco, como ir haciendo obras de teatro, ir conectando con los personajes y creando y viviendo en un mundo de ellos en el momento en que estás con ellos.
¿Cuál sería tu principal tip para alguien que quiere renovar o crear un nuevo espacio?
El principal consejo es conocer el lugar que vas habitar, después conocer a fondo tus propias necesidades, entender qué es lo que quieres tú para ese lugar, qué es lo que vas a hacer en el lugar y según eso ir armando el espacio, encuentro que el error más grande por ejemplo es ir a una tienda y comprar el sofá porque lo encontraste bonito, es todo al revés, es definir qué voy a hacer en esta casa, por ejemplo, quiero invitar a muchos amigos y necesito un sofá grande, debiese ser así y después de eso recién buscar. Lo mejor para armar un espacio a medida es que compres las cosas en lo que vas a hacer y del tamaño y dimensiones que corresponden para el lugar que vas habitar, las proporciones son fundamentales en esto y el uso también.
UNA NUEVA IDENTIDAD PARA LA ASOCIACIÓN
Hace poquito la ADD pasó a llamarse AdDi con un cambio en varios aspectos ¿Cómo se gestó esto?
La asociación ha tenido un crecimiento que viene hace tiempo, el directorio actual, al que pertenezco en el fondo está ejecutando y terminando un proceso que venía del directorio anterior, donde se veía que la palabra decorador quedaba chica para todo lo que ha evolucionado el tema, entonces era súper importante y además hay mucha gente dentro del rubro que son arquitectos, artistas, diseñadores, en el fondo profesionales de distintas áreas, entonces el interiorismo era algo que tenía que estar y no podíamos seguir llamándonos asociación de decoradores. Al incluir la palabra interiorista abarca mucho más. Hoy por hoy muchos de nosotros empezamos con el proyecto incluso antes de que se empiece a construir, entonces elegimos dimensiones, revestimientos, terminaciones, divisiones, etc., es muchísimo más que solamente decoración, uno termina con la decoración pero parte de una manera mucho más amplia. Entonces la palabra ya había quedado chica, se hacía necesario un cambio hace rato y viene bastante inyección de energía nueva y de gente que tiene ganas de mejorar el rubro, de profesionalizarlo, antiguamente había una sola carrera de interiorismo, hoy en día hay en diversas universidades, hoy es una verdadera profesión y hay gente que está dedicada de manera absolutamente profesional en relación a esto y el cambio se dio de forma bastante natural.
¿Cómo se verá reflejada esta transformación?
Lo primero es un cambio de imagen, porque es un cambio que refleja mucho más lo que está pasando hoy en día y que es mucho más dinámico, más abierto, te permite ver pero te insinúa cosas. Tenemos súper buenas alianzas con tiendas y marcas del rubro, también con un Techo para Chile, porque es importante dar distintos focos al tema de cambiar la vida de las personas. Hay alianzas con asociaciones internacionales, porque es muy importante generar comunidades y es importante tener un diálogo entre las personas dedicadas a este campo, que tenemos las mismas problemáticas. Más que competencia somos compañeros, nos podemos ayudar, a todos nos pasan las mismas cosas en la oficina, cómo armar equipos, con qué clientes trabajar, cómo se hace tal o cual cosa, entonces al final tenemos que buscar enriquecernos en la parte profesional con un sello colaborativo. Es una manera de comunicarnos de forma mucho más directa, de saber en qué estamos y de comunicarnos con los clientes y entre nosotros mismos. Son dos cosas fundamentales para esta nueva AdDi. En cuento a lo externo, buscamos que haya muchas más actividades, Se viene un proyecto de un libro donde van a estar los interioristas de la AdDi donde se va a mostrar cada proyecto y esa es una manera de que se vea el trabajo de los interioristas y de las distintas cosas que hacen y un poco de dónde viene esta asociación ex AdD, hoy en día AdDi y
cómo se va a mostrar. Hay mucha gente que no sabe lo que es y a través de este tipo de cosas estamos comunicando quiénes somos, de qué manera trabajamos, hay toda una campaña de comunicación para que el fondo la gente conozca el trabajo que se hace desde las distintas aristas y qué es lo que se puede hacer también.
¿Cómo evalúas el actual escenario del interiorismo en Chile?
Yo creo que en Chile, en los últimos años, se ha ido educando muchísimo en el tema y teniendo muchísimo interés, estamos avanzando rápido, todo se está profesionalizando, se está tomado muchísimo más en serio y con el peso que corresponde, dándole la importancia que tiene, algo que cambia la vida más que algo solamente visual o superficial. El foco está entonces en seguir profesionalizando el campo, abarcar las distintas áreas y trabajar de manera colaborativa para que el diseño forme parte de la vida diaria, común, de toda la gente. Tenemos que ir creciendo cada vez más y en la medida que la gente lo vaya entendiendo, se van a ir generando espacios como ferias o actividades, creo que las necesidades están, el bichito de la importancia del interiorismo en la cultura también, esto está cada vez más instalado en el inconsciente y eso va a llevar a hacer varias cosas. En esto sentido en AdDi tenemos varios proyectos en carpeta, de los que aún no podemos hablar mucho, pero que apuntan a que la gente se siga empapando y encanto con el diseño y el interiorismo.
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