A sus 25 años, Vicente Lührs Concha se posiciona como una de las promesas de la arquitectura chilena. Meticuloso hasta el último detalle, Vicente busca crear espacios que no solo embellezcan, sino que también mejoren la calidad de vida de sus habitantes, incorporando además una profunda conexión con la naturaleza y una visión innovadora.
Como una voz fresca, cautivadora y prometedora es como se puede presentar al joven arquitecto Vicente Lührs Concha, que se ha comenzado a hacer de un nombre en la competitiva escena arquitectónica nacional. Con tan solo 25 años, su apuesta que combina la sostenibilidad, el diseño interior y una profunda conexión con la naturaleza ha cautivado.
Proveniente de una familia creativa — su padre empresario en el rubro del calzado por más de 40 años, ligado al mundo de la creación y su madre, diseñadora de vestuario y actual dueña de una tienda de decoración— Vicente fue educado en un entorno donde el diseño y la creatividad eran parte de su día a día, cuestión que hoy por hoy también es parte de su propio ADN, tanto personal como profesional, en un transitar lleno de sorpresas.
Desde la Infancia hacia la Arquitectura
Vicente desde su más tierna infancia mostró un interés notable por el diseño.
«Siempre estuve ligado a este mundo del diseño y la creatividad», afirma. Su pasión por los legos y la construcción marcó el inicio de una carrera que se definiría por su deseo de crear espacios que mejoren la calidad de vida de las personas. Desde octavo básico, supo que quería estudiar arquitectura, una decisión que tomó con madurez a pesar de considerar otras disciplinas como el diseño.
El enfoque de Vicente hacia la arquitectura no se limita a la construcción de casas. Para él, cada espacio tiene un impacto significativo en cómo nos sentimos y vivimos.

Esta perspectiva lo llevó a entender que su labor iba más allá de simplemente diseñar; se trata de crear entornos que fomenten la felicidad y el bienestar.
Formación Académica y Primeros Pasos
Vicente se graduó en 2023 con mención en Diseño Sustentable y después de realizar su práctica profesional en la oficina de Felipe Assadi, así como una pasantía en Prieto Schaffer.
Su proyecto de título, desarrollado en el lago Villarrica,es una muestra de cómo Vicente incorpora criterios sostenibles a generar un compromiso con el medio ambiente y la nesecitad de recuperar un ecosistema degradado.
A través de un diseño innovador que incorpora balsas vegetales para purificar el agua, Vicente demostró cómo la arquitectura puede servir como herramienta para la restauración ambiental.
«Lo que buscaba era vincular ese entorno urbano de Pucón con el borde del lago, educando a los visitantes sobre la importancia de preservar estos ecosistemas», explica Vicente.
Su enfoque no solo es técnico, sino también emocional, buscando crear un vínculo entre las personas y la naturaleza.


Un Enfoque Detallista y perceptivo
Desde su ingreso a la carrera, Vicente se destacó por su atención al detalle.
«Siempre he tenido una habilidad innata para el detalle y soy muy perceptivo. Busco que todo salga perfecto, que los espacios sean bien hechos y cuidados en cada detalle.», confiesa.
La promesa de la arquitectura también ha trabajado en varios proyectos personales, como el diseño de muebles y de renderización y visualización arquitectónica a través de su emprendimiento, Vluc.render.
«Tengo la suerte de tener la habilidad de poder manejar bien los programas de renderizado y gracias al buen ojo, al detalle y el saber armonizar los elementos. Esto me permite ofrecer a los clientes una visión clara de cómo quedará el proyecto, lo cual facilita la toma de decisiones y les ayuda a ver el resultado final con mayor precisión, haciendo que todo el proceso sea más transparente y seguro».
Su enfoque colaborativo y cercano con los clientes se traduce en un proceso de diseño que involucra constantemente al cliente, asegurando que sus visiones y sueños sean plasmados en el resultado final.

Proyectos Destacados y Futuro Prometedor
Uno de los primeros proyectos destacados de Vicente fue el «Laberinto Veo Veo», diseñado durante su etapa universitaria, en conjunto a otros dos arquitectos y la propia casa de estudios. Este espacio lúdico, creado para niños durante la pandemia, muestra su creatividad y capacidad para reinventar espacios.
«Era una forma de permitir a los niños jugar y conectar, sin contacto físico», explica Vicente.

Otro proyecto significativo fue una casa en Chiloé, donde trabajó personalmente con el cliente. A pesar de ser su primer encargo formal, Vicente logró plasmar su estilo y visión en el espacio, creando un ambiente acogedor y funcional.
«Me emocioné mucho al ver el resultado final, fue impactante», recuerda.

Más recientemente, Vicente ha incursionado en el diseño de una tienda para una marca de calzado, donde combinó su amor por el diseño y la funcionalidad. «Quería que la tienda reflejara la esencia de la marca, con un mobiliario que tuviera carácter y que no fuera simplemente funcional», dice.

Una Visión para el Futuro
Vicente se ve a sí mismo en el futuro dirigiendo su propio estudio, donde pueda fusionar arquitectura y diseño interior.
«Me gustaría hacer un máster relacionado con la iluminación, porque creo que es fundamental para transformar un espacio. Dos de las áreas que me apasionan son el diseño de interiores y la iluminación, áreas en las que pongo un cuidado excepcional en los detalles para crear atmósferas que sean tanto agradables como funcionales, en cada proyecto aprendo, para poder aplicarlas con mayor precisión», comenta.
Su visión de la arquitectura está profundamente relacionada con la naturaleza y el uso de colores vibrantes que aporten vida y armonía a los espacios.
«Me encanta la arquitectura mexicana, su uso del color y la conexión con la naturaleza. Mis principales referentes son Apiron- cuyo, trabajo se caracteriza por integrar materiales tradicionales con tecnologías modernas, buscando siempre un equilibrio entre estética, funcionalidad y sostenibilidad, y adaptándose a las necesidades específicas del lugar y el contexto-, Espacio 18- que ejecuta proyectos que integran elementos de la cultura local y el contexto en el diseño, buscando una arquitectura funcional, pero también emocionalmente resonante- y Ludwig Godefroy – quien suele utilizar materiales locales y busca crear espacios que se integren de manera fluida con el paisaje, con un fuerte interés en la luz natural y la relación interior-exterior. Sus proyectos tienden a tener una estética limpia y sobria, pero también son profundamente sensoriales, creando atmósferas que buscan conectar emocionalmente con los usuarios. Los tres responden a una arquitectura contemporánea que me fascina «, expresa Vicente, quien busca incorporar estos elementos en su trabajo.



«Mi huella como arquitecto se basa en un enfoque cercano, flexible y detallado en cada proyecto. Aunque sigo en un proceso de aprendizaje continuo y con muchas ganas de impactar positivamente en la vida de cada cliente, creo que lo que me distingue es mi capacidad para combinar la creatividad, la funcionalidad y la armonía entre el espacio, su entorno y su interior. Mi objetivo es que cada proyecto no solo sea un diseño, sino una experiencia que realmente mejore la calidad de vida de quienes lo habitan o lo usan», apunta el joven profesional.

Otro de su sellos identitarios es la búsqueda constante de maneras, formas y estilos que se ajusten a los estilos de vida y gustos de sus clientes a través de un proceso creativo abierto y colaborativo que permite enriquecer y evolucionar a medida que avanza el proyecto.
«El diseño no es solo mío, sino de todos los involucrados, y esa colaboración es lo que le da vida al proyecto.
Mi huella, en resumen, es una arquitectura pensada para el bienestar de las personas, respetuosa con el entorno y que invita a la colaboración y la adaptabilidad. Busco crear espacios que no solo sean estéticamente agradables, sino también funcionales», concluye la promesa.

Vicente Lührs es, sin duda, un arquitecto emergente que está buscando dejar su huella en la arquitectura chilena. Con una visión clara de la importancia de los espacios, está preparado para enfrentar los desafíos del futuro.
Sus proyectos no solo son un reflejo de su talento, sino también un testimonio de su pasión por crear entornos que mejoren la calidad de vida de las personas. Con cada nuevo desafío, Vicente continúa explorando y expandiendo su creatividad, prometiendo un futuro brillante en el campo de la arquitectura y el diseño con un talento innato que impacta.
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