En medio de los hermosos bosques nevados del valle Las Trancas en la cordillera de la región de Ñuble se ubica uno de los tantos proyectos emblemáticos del destacado estudio penquista Lorenzo Fluxá y Arquitectos Asociados. Se trata de Bosque Andino, un condomio marcado por la elegancia y la funcionalidad.
El primer condominio de 8 casas se construyó el año 2015 y en ese momento buscaban un diseño innovador, de lineas contemporáneas, que se diferenciara del resto de las construcciones existentes en el sector, que era más bien rústicas.
“Los clientes querían una arquitectura que se fundiera con el paisaje, pero que al mismo tiempo fuera una casa práctica y funcional, se trata de casas tipo refugio de cordillera para familias y sobre todo amantes de la montaña”, comentan desde el estudio arquitectónico.
La construcción está basada en una combinación de estructura metálica y paneles SIP, lo cual facilita la construcción, ya que son paneles prefabricados que se van montando en el lugar y además solucionan el tema de la aislación térmica.
“Toda la casa está revestida en tablas de fibrocemento de color negro, con detalles en madera”, detallan.
En cuanto a tonos el proyecto se diseñó con una paleta de colores bien neutra y apostaron por el negro como color principal, ya que la idea siempre fue que las casas no interfirieran en el paisaje natural, si no que este siguiera siendo el protagonista.
“En el interior usamos revestimientos de madera en tonos claros, quisimos hacer un contraste y que resultaran espacios cálidos y acogedores”, nos comenta la arquitecta e interiorista Carolina Germany.
“Cada decisión de diseño tiene una razón detrás, en este caso lo principal era solucionar el tema de las techumbres, que tenían que ser capaces de resistir el peso de la nieve y conducirla hacia la tierra. Las cubiertas juegan un rol fundamental en la fachada resultante, sus ángulos pronunciados también hacen alusión a las montañas y así la casa va tomando forma. Junto con esto, la planta de distribución es lo que define el diseño, era muy importante lograr una vivienda bien organizada, que pudiera albergar a dos familias de manera independiente, por lo tanto estudiamos muchas opciones antes de llegar al resultado final, donde cada m2 es un aporte y no hay espacios residuales”, agrega.
La ejecución del condominio duró aproximadamente 18 meses. Hay que tener en cuenta que se llevó a cabo en un lugar de difícil acceso, entonces la logística no fue menor. En estos casos, el diseño también debe tomar esas variables y aportar para facilitar la construcción de este tipo de proyectos.
El resultado queda a la vista…
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