El reconocido actor de populares telenovelas e intensas películas nacionales tiene un lado B que también lo ha hecho brillar. Ya sea con tijeras para crear collages impresionantes o con lápiz y pincel para retratar o crear realistas representaciones, Félix es un artista visual por derecho propio

Seguramente lo recuerdas como ’El Flash’ en Eres Mi Tesoro o como el fiel lamebotas de ‘Armando Quiroga’, ‘Renzo Moreno’, en Perdona Nuestros Pecados. El actor Félix Villar ha sabido abrirse paso en el complejo mundo de las teleseries gracias a sus grandes interpretaciones, como la actualmente realiza en Juego de Ilusiones de Mega. También se ha lucido en premiadas series y no es ajeno al cine ni al teatro, pero probablemente desconoces su otra faceta, es que él es también un talentoso artista visual, que ha hecho de collage su principal arma, sin dejar de lado el dibujo y la pintura.
“Es algo que fui desarrollando de chico, fue una inquietud heredada también de cierta forma de mis papás, que siempre tuvieron habilidades manuales, mi mamá es muy buena para tejer y pintar y mi papá siempre hacía artesanías, tallaba madera, etc. El arte era algo que en la casa se veía de manera muy natural y orgánicamente para mí fue así”, confiesa en entrevista con Rúa Salón.
Aunque actualmente la técnica del collage ha ido tomando auge entre los círculos artísticos, para Félix su pasión por las tijeras y la cultura popular tiene un sentido mayor.
“Ha sido ir encontrar un lugar, una expresión, donde pueden confluir muchas de las cosas que hago, tiene mucho que ver con el teatro, mucho que ver con la comunicación, así que ha sido un buen punto donde aterrizar”, explica el actor.



“Últimamente está como bien de moda, yo creo, aunque yo no soy muy bueno para las modas. Siento que llegamos a un momento donde tenemos más acceso a ciertas imágenes, la era digital nos envuelve en una cantidad infinita de elementos, pero a la vez tenemos al alcance libros, revistas, cosas que hemos guardado, vamos a una plaza y hay alguien vendiendo libros o revistas antiguas, siento que eso aunado al consumo actual de arte, cuando la gente quiere más decorar su casa, consume más diseño y todos estamos un poquito más preocupados de la estética, porque de cierta forma entendimos que nos hace bien, ha ido contribuyendo a este fenómeno. Pero más allá de eso yo siempre he coleccionado cosas, juntaba mapas, fotos, cualquier cosa media extraña… tengo un alto de revistas que ya ni sé dónde guardar”, comenta entre risas.
Revistas de decoración, libros de arte, atlas, libros de colegio, y varias cosas más son parte de esta colección que inspira a Félix.
“Más allá de un reciclaje físico siento que es un reciclaje cultural también, porque todos tenemos un montón de libros que no visitamos en años, y son elementos que tienen un alto valor artístico, hay fotografías increíbles, ilustraciones, hay color, época, tinte, impresión, hay muchas cosas que siento que se están perdiendo y que puedo rescatar a través del collage”, comenta con entusiasmo.
“El collage que yo hago, tiene que ver, como toda exploración artística, con el proceso, con el viaje que nos lleva a terminar una obra, entonces hay obras y obras. Depende mucho del material, de repente hay papeles que cuesta mucho cortar o a los que no se les puede aplicar cualquier pegamento y eso modifica también un poco el lenguaje y la intención. Poder relacionar cada imagen y establecer una conexión artística es fundamental en el proceso, disfrutar cada imagen, aprovechar sus características únicas y poder jugar, al final eso es, es un juego, tal como la actuación”, explica el artista.






DE FÁBRICA
Aparte del collage, otro de los talentos de este multifacético santiaguino es la pintura. Paisajes, animales y retratos son sólo parte de su repertorio, que también hace a pedido.
“La pintura es algo paralelo al collage, el dibujo viene en la misma cajita de sorpresas, es harina del mismo costal, con el pasado, con mis papás, con observar, con trabajar con las manos, desde chico que dibujo, toda mi vida he dibujado, venía de fábrica”, dice risueño.
El conjugar su veta artística con su profesión actoral, aunque en momentos le ha generado dudas y preguntas, ha sido al final del día, revela, un verdadero acierto.
“Es una fortuna poder complementar y dedicarme tanto al arte como a la actuación, ir avanzando y aprendiendo en el camino, siento que son parte de mi ser y así como el teatro se hace presente en parte de mi obra, el arte también me ha colaborado en lo actoral, a ordenarme, a organizar las ideas”, finaliza Félix.






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